20091215

LA MUJER EN LA CONSTRUCCIÓN, MUJER EN CONSTRUCCIÓN.

Por Rafael Morales Lopez §

LA MITAD DEL CIELO………..

Presentación.

Este trabajo, inicialmente se planteó como un acercamiento a las condiciones generales de higiene ocupacional de un grupo de trabajadores en una construcción de edificación no residencial; dicho grupo se encontró integrado por mujeres.

La inquietud, parecía un aspecto trivial pero no por ello poco interesante, la distribución, número, localización y condición de los sanitarios en obra para mujeres. Las trabajadoras, hacían uso de las letrinas para varones con otra compañera fuera de las mismas haciendo guardia. Finalmente se instaló una letrina por cada 20 mujeres, además de atender a un excedente mayor 15 personas. Sin embargo, esto no resolvió el problema de fondo, a saber; Las condiciones de igualdad en la atención de los servicios, así como la diferenciación en función del género. Por otro lado se pudo saber de las insinuaciones, presión y “solicitudes” que se hacen de ciertos niveles de responsabilidad para con las trabajadoras. Otros aspectos de trato diferente, según lo manifestaron las trabajadoras fueron lo referente al salario, duración de la jornada, etc.

Ya con está información, se vio que había condiciones de elaborar un trabajo con objetivos más claros y mayor intencionalidad, partiendo de una revisión del marco legal, la construcción en sí, y desde luego, efectuar entrevistas más direccionadas.

El trabajo que a continuación se presenta, busca reflejar las intenciones mencionadas.

Introducción Se implícita que las formas de protección al trabajo femenil en este tipo de labores son completamente inexistentes, así como que el respeto de género no se encuentra por ningún lado, tal vez porque a las Autoridades encargadas de este aspecto del trabajo lo desconocen por falta de interés.

Notas de trabajo.
Se inicia este trabajo con una revisión del marco legal que regula las relaciones de trabajo en general, destacando lo referente a condiciones de trabajo, seguridad social, igualdad en el empleo, así como duración del trabajo y la seguridad industrial.

La necesidad de conocer un poco más la situación particular del grupo de trabajadoras, obligó a plantear un trabajo con mayor intención, desde luego incluye la elaboración de un instrumento de captura de información, así como establecer un mecanismo para entrevistar a las trabajadoras. El revisar los documentos legales que regulan las condiciones de trabajo requirió de seleccionar los de mayor relevancia.

Como una forma de ampliar los temas a estudiar se debió revisar otro tipo de fuentes que ayudarán a determinar cómo elaborar un trabajo más detallado e intencionado, de estos dos aspectos se informa en la recopilación inicial.

Durante un lapso de tiempo, se estableció contacto con algunas trabajadoras, con la finalidad de conocer sus puntos de vista acerca de un trabajo de esta naturaleza, también se requería tender puentes que facilitaran las entrevistas.

El punto anterior es de particular importancia ya que este tipo de estudio fue recibido con muchas reservas por parte de los Responsables de los Trabajos, más aún, inicialmente se trató de evitar que se realizara.

Para tomar la información se contó con la aprobación de las trabajadoras, lo que no sucedió con su autorización a ser fotografiadas durante sus trabajos, salvo algunas excepciones. También se dialogó con las trabajadoras con la finalidad de crear una corriente de apoyo para este trabajo, igual se encontró que habían algo así como 35 mujeres de una población de 800 personas aproximadamente.

Las entrevistas se efectuaron en el lugar de trabajo de cada compañera, se observaron las actividades de cada una de ellas, cada plática se efectuó en horas laborables, aprovechando tiempos de descanso o lapsos para comer, en otros casos fueron largas pláticas a lo largo de uno o dos días.

La concentración de la información colectada se hace en trece apartados.
Para interpretar la información, se elaboraron tablas de registro a partir de conteos simples.
Finalmente se presentan algunos comentarios por apartado y al final un pequeño capítulo de conclusiones.
Para esta presentación, se muestran los cuadros de información, a fin de poder agilizar la exposición de los mismos.

MUJER; CIRCUNSTANCIA ACTUAL.

En México, la población se compone del 51.36% de mujeres.
La sobrevivencia de la mujer es mayor a la del hombre, ello implica que en algún momento la mano de obra femenina tendería a superar a la disponible por los varones.

En México el analfabetismo representa el 10.6% de la población (10´704,100 personas), siendo mayor en los habitantes adultos y de entre estos, las mujeres, dicha circunstancia es diferente según el género, ya que el grupo de edad comprendido de 25 a 59 años se presenta el 31.7% del analfabetismo en mujeres contra17.9% en varones, pese a ello el nivel de escolaridad es para los hombres de 7.5 años contra 7.0 años en las mujeres, aún así, la incorporación de la mujer al campo educativo es cada vez más notoria, alcanzando el 46% de la matrícula del nivel de licenciatura en 1998.

Un campo donde es notoria la condición desigual para mujeres y varones es el del trabajo, los empleos a que acceden las mujeres son casi siempre un reflejo de los aspectos machistas y patriarcales de la sociedad, prestándose en condiciones no sólo desiguales, sino en algunos casos; deplorables.

Otros aspectos que llaman la atención van en el siguiente sentido, en 1990 hubo en total 422,803 defunciones, de ellas 58,904 (11.4%) se debieron a violencia de diferente tipo y accidentes en general, en 1997 el panorama es el siguiente: 440,437 defunciones en total de las que fallecen menos mujeres que hombres (192,941, esto es el, 43%), sucediendo en dicho año 4,275 caídas accidentales que pudieron haber dañado a 1,838 mujeres, el hecho real no es que las mujeres se dañen menos que los varones, sino que se les presta menos atención a los daños de salud de las trabajadoras.

Accidentabilidad, según rubros principales por sexo para 2000 (*).

Como se puede notar, las mujeres representan el 36.6% de la fuerza de trabajo a nivel nacional, y en este grupo suceden el 26.5% de los riesgos de trabajo (accidentes de trabajo, en trayecto y enfermedades de trabajo), respecto de los accidentes por cada 100 trabajadores expuestos a riesgo, en las mujeres ocurren menos que en los trabajadores varones.
Veamos ahora otro aspecto de los accidentes; las caídas.


I.3: ESCOLARIDAD.

El 14% tiene la primaria incompleta contra el 7% de profesionistas (2 a 1), en otro sentido cinco concluyeron la primaria y cinco el ciclo de secundaria. El 100% sabe leer y escribir, aún y cuando sólo lean revistas y “pasquines” así como revistas que exaltan morbosamente la vida y los escándalos de la elite del espectáculo.

Podemos aventurar, que algunas mujeres al ser jefas de familia pero enfrentar solas la circunstancia de conducir un hogar, mencionan su soltería por encontrarse carentes de compañero formal, cuestión sin importancia para ellas ya que mantener una casa, dirigir a los hijos y contribuir con su familia parenteral sin cónyuge, no les ha sido difícil, por lo que no lo requieren de manera constante y así no coartan la libertad de que disponen, trabajar es garantía de independencia.

TRABAJO Y SALUD

Con mucha frecuencia a la trabajadora no se le informa de las características peligrosas o dañinas del material que manipula o la forma de levantar y transportar los pesos que su trabajo demanda, aún así debe laborar en las condiciones que con motivo de su labor le obliguen, comúnmente las trabajadoras suelen manifestar dolores de cabeza, fatiga, molestias en la región lumbar, oculares y auditivas, en las extremidades, lesiones musculares

Sólo se le reconocen y atienden cuando los daños son más que evidentes o cuando sufre un accidente, producto de las condiciones de trabajo ocasionan que les ardan los ojos, se les irriten las mucosas, así como la piel, principalmente de las manos, los responsables de los trabajos de ellas no les prestan mayor atención, en todo caso se las relacionan con las “enfermedades de las mujeres”.

TRABAJO Y CONSTRUCCIÓN.


ACCIDENTABILIDAD.

La ocurrencia de los accidentes desnuda las relaciones dentro de la unidad de producción, la frecuencia señala la atención preventiva que reciben los trabajadores, el tipo de servicio de seguridad que se les brinda, la planeación de los trabajos, los medios y recursos disponibles y el alcance de los trabajadores, en última instancia si es real el interés por la salud e integridad física de las personas.

ACCIDENTABILIDAD.

La mayoría se ha accidentado Hecho incuestionable, los accidentes por alguna razón se han considerado como menores, no han requerido de suspender el trabajo, ni de cambio de asignación, ni tan siquiera en muchos de los casos de un día de reposo, será porque las mujeres son más aguantadoras o esta actitud hacia ellas denota otra faceta del poder.


TRABAJO E HIGIENE. SERVICIOS E HIGIENE PARA MUJERES QUE TRABAJAN

Diversos ordenamientos refieren el tipo, número y características de los servicios que se deben de brindar a los trabajadores por parte del empleador, los que subsisten en caso de un intermediación entre él patrón y los empleados. El Reglamento Federal de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente de Trabajo así como la NOM-001-STPS-1999 mencionan las condiciones que deben de presentarse en los lugares donde las personas han de trabajar y en el caso específico de la construcción dentro del D. F., el Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal refiere lo relativo a ciertos servicios en las obras. Entre los que resaltan por motivos obvios, lo referente a sanitarios portátiles, además en otros apartados de los documentos regulatorios señalados se menciona acerca de lugares para cambiarse, asearse, ingerir alimentos, etc.

CONSTRUCCIÓN, TRABAJO Y GÉNERO.

A la pregunta, ¿su empresa le facilita el trabajo por ser mujer?, las respuestas quedaron de la siguiente forma:

Llama la atención que a diferencia de las expectativas que la capacitación tiene para los varones (cuestión económica), en las trabajadoras sólo el 28% señalan de entrada el aspecto del dinero como un incentivo, al parecer el crecimiento personal es un vehículo para mejorar el ingreso, pero a condición de permitir saber más así como “mejorar”, sumadas las respuestas menos inmediatistas, el total de mujeres que en el proceso de capacitación ven una opción de enriquecerse personalmente dan nueve respuestas (64%), esto desde luego puede no ser así, sin embargo de entrada es la interpretación que le damos.

TRABAJO, GÉNERO Y RESPETO.

Una condición del empleo es que se de en términos de respeto, que el trato, la relación y el ambiente proporcionen la satisfacción de sentirse bien, obtener la gratificación de sentirse respetado, trabajar a gusto pasa por mantener en alto la dignidad que como persona cada quién tiene. Ya antes se había asentado que las condiciones de contratación no son para nada rigurosas, pero también se mencionó el tipo de trabajos asignados a las mujeres, incluso algunas informaron que les “dan las peores áreas” y que les “pagan menos que a los hombres”, establecimos que esta es la condición base para posteriormente ejercer presión sobre las trabajadoras a fin de modificar la situación laboral en función de cierto tipo de “favor” que puede ser solicitado, ya sea de manera directa o sutil, incluso en ocasiones se perfila desde el momento de acceder al empleo.

Por otro lado, sostenemos que la actitud persecutoria hacia personas de diferente sexo, preferentemente la dirigida a las mujeres y que tiene como objeto subyugar, dominar y poseer sexualmente a las personas denominada; hostigamiento sexual, tiene su origen en una relación de poder.

Dentro de cada clase existen a su vez los dominadores, al patrón lo representan administradores, jefes, responsables de los trabajos, que sin ser formalmente dueños de nada, se sienten poseedores por lo menos de una porción del trabajo, reproduciendo los patrones de dominación en contra de los trabajadores en general, su acceso a las mujeres se encuentra “garantizado” por su condición de “jefe”, representante del dueño.

La presión y hostigamiento a la mujer en su expresión más extrema la encontramos entonces en el trabajo y en el hogar. En el primero dadas las relaciones de cortesanía que tratan de imponer los encargados de la organización, marcha y administración del trabajo y en el segundo porque es donde el trabajador cree contar con un espacio donde dominar. Con base en lo antes expresado es que sentimos que el hostigamiento a las mujeres que trabajan tiene su origen en una situación y con relación al poder.
Se intentó establecer si la aceptación entre los trabajadores se daba más como trabajadora y compañera de labores que como mujer (en tanto portadora de un sexo).

Un primer elemento es la sobre vigilancia, apurar el trabajo, terminarlo rápido, hacer más, presionar como una forma de quebrara la voluntad, recordemos que les “dan las peores áreas” y que al “ganar menos que un hombre”, aquí están las bases de los apremios, si esto no funciona, entonces debe de buscarse otra estrategia, asediar o perseguir, todo se vale, para ello los “maestros” son los jefes.
Hay casos que rayan en lo absurdo, grotesco y servil, cuando un Responsable de los Trabajos, le solicita al “maestro” le “eche una ayudadita” con alguna trabajadora, el círculo de complicidades atenta contra la dignidad de la persona, es probable que el desenlace sea el despido de la compañera o la sumisión. Cuando la solicitud de ayuda no funciona, o el asedio no próspera, se pasa a acciones más directas, a la insinuación directa, a implicitar en las frases, el objetivo y francamente mencionar el “favor” solicitado, esto es grave porque se lástima a la persona, no se ve su dimensión humana, y la dignidad que el trabajo debe proporcionar se extravía.


§ Miembro de EDUCADE

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