20110316

Eros, salud, sindicalismo y mujer


Silvia Velazquez Miranda.€


“Únicamente las que tienen una fe política, militan en los sindicatos o tienen confianza en el porvenir, pueden dar un sentido ético a las ingratas faenas cotidianas; pero privadas de ocios y herederas de una tradición de sumisión, es normal que las mujeres empiecen solamente ahora a desarrollar un sentido político y social” Simone de Beauvoir

Podríamos llegar a pensar en esta mesa, ¿qué relación tiene el ejercicio de la sexualidad con la conciencia y participación organizativa de las mujeres trabajadoras? Hoy vengo a compartir con ustedes la siguiente reflexión: cuando observo programas televisivos en los cuales “expertas” en la sexualidad nos ilustran rápidamente sobre diversas técnicas para llegar a una sexualidad plena y al orgasmo, yo me pregunto, ¿cómo es que éstas expertas sostienen que la mujer será una pantera en la cama cuando no saben defender sus derechos laborales, sindicales y personales?

En este encuentro vengo a plantearles la fragmentación instaurada por el sistema capitalista en nuestras vidas, intimidad, dependencias, relaciones y en nuestra organización sindical política y cultural, la cual impide advertir las conexiones entre los elementos que integran la sociedad.

Cansada de escuchar los beneficios de esas técnicas que tanto se repiten en los programas destinados a resolver todas las incógnitas de la sexualidad y el erotismo en esta ocasión vengo a recordar y compartir planteamientos de algunas teóricas feministas que han escrito al respecto

El siguiente diálogo que deseo compartirles es un extracto del artículo “El sexo, la sociedad y el dilema de la mujer” que sostuvieron Simone de Beauvoir

(SB), (feminista francesa) y Betty Friedan (BF), (feminista norteamericana) en octubre de 1975, publicado en la revista Eros, dirigida por James Fortson:

Betty Friedan. …es mi opinión que cuando las mujeres se liberen a si mismas de la pasividad ya no serán tan fácilmente manipuladas ni constituirán mas una fuerza conservadora y reaccionaria. Pienso que esa es la amenaza para los grupos de poder establecidos. Pero, ¿podrán liberarse las mujeres a si mismas si no se relacionan también con los grandes asuntos políticos de la época? … ¿si feminismo significa no participar en política, que va a ser de las mujeres si los hombres se hacen fascistas o provocan una guerra nuclear?

SB. Hasta cierto punto, dije. Por supuesto, que si yo fuera norteamericana habría luchado contra la guerra de Vietnam. Pero, hay maneras de no participar en las luchas de los hombres, en sus negocios políticos que son profundamente feministas.

BF ¿como?...

SB. …ya estamos en eso. Tenemos los movimientos de los negros, de los jóvenes, de las mujeres. Estos no son minoría. Las mujeres no son una minoría. yo diría que son fuerzas marginales.

BF …eso es exactamente a lo que quería llegar de alguna manera deberíamos unir fuerzas con otros movimientos que promueven la vida humana para hacer avanzar en la sociedad. De otra manera permanecemos fuera y se producirá, pienso, el fascismo.

SB …si no unir fuerzas cuando menos cada quien debería hacer su trabajo en su propio lugar, a su manera y dentro de su propia agrupación… Cada grupo hará explotar su propio sector. Hay necesidad de vínculos con estos o con aquellos para hacer el trabajo; para realizar el trabajo de las mujeres, por ejemplo.”p. 103

A este diálogo agregaré algunas conceptualizaciones de feministas vertidas a lo largo de los últimos treinta años: (Betty Friedan) La sexualidad es un pensamiento que pasa por la solidez económica y la participación política pública. Es identidad propia, sentirnos bien con nosotras mismas, igualdad, mutuo respeto. (Simon de Beauvoir) La relación de los sexos es drama de la carne y el espíritu, de la finitud y la trascendencia, es necesidad uno del otro, es la gloria de la libertad y el nacimiento de la fraternidad. (Kate Millet) El coito no se gesta en el vacío. (Marcela Lagarde) El erotismo es ideología arraigada en el cuerpo para con el otro en un espacio político privilegiado.

Las tareas para la Agenda de las mujeres en el siglo XXI

De los planteamientos expuestos rescato algunas actividades que considero hay que seguir fortaleciendo: 1. El fortalecimiento económico ha de ser la primera enseñanza para las nuevas generaciones de mujeres sindicalistas. 2. Trabajar la relación entre los sexos nos brindará fraternidad y aliados. 3. La reflexión de la complejidad en nuestras relaciones sexuales nos posicionará física-mental-culturalmente en debates políticos nacional e internacionalmente.

Hoy, como hace 35 años, la lucha política y sindical de las mujeres, arranca desde lo personal. Tenemos tareas pendientes que realizar e incluir en la Agenda de trabajo como: el estudio y cuidado del cuerpo, la salud y la sexualidad como un frente de lucha y organización que nos permita estar presentes en frentes políticos como lo son: el femicidio, la violencia intrafamiliar, la anorgasmia, la depresión, el problema de la obesidad, los procesos de envejecimiento en las plantas sindicales, la baja en la participación sindical, el narcotráfico, etcétera.

La mujer, escribe SB: “Podrá convertirse en excelente teórica, adquirir un sólido talento; pero se impondrá el repudiar todo cuanto en ella había de “diferente”. Hay mujeres que son alocadas y hay mujeres de talento: ninguna tiene esa locura del talento que se llama genio”, (Beauvoir, 1999, pp. 702-703) Su discurso con más de medio siglo se mantiene vigente y nos recuerda lo lento que avanzan las mores y pareciera ser que hay momentos de regresión, cultivar la locura del talento sigue siendo un punto a conquistar.

“… Rosa Luxemburgo [comenta SB] era fea; jamás sintió la tentación de sumergirse en el culto de su imagen, hacerse objeto, presa y trampa: desde su juventud, fue toda entera espíritu y libertad…” (Beauvoir, 1999, p. 707) Queda para nosotras explotar la locura del talento aprovechando la más mínima “adversidad” como la: fealdad, gordura, los dientes chuecos, miopía, menopausia, soledad, enemistad, soltería, alejamiento de los hijos, solidaridad para trascender los mitos, los nuestros y los de las demás.

El coito no se gesta en el vacío, una región cerebral y un territorio determinado y en un contexto histórico determinados, no se gesta en el vacío.

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