20120317

DESEMPLEO, MUJERES Y JÓVENES


Por: Carmen R. Ponce Meléndez. §

En el país los jóvenes de 15 a 29 años representan la cuarta parte de la población, cuatro de cada diez mujeres están en el rango de 12 y 29 años y seis de cada diez mujeres desempleadas son jóvenes (entre doce y veintinueve años). 43.1 por ciento del desempleo femenino se ubica en el grupo etario de 15-24 años.

Seis de cada diez mujeres desempleadas están entre los 14 y 24 años.


Durante el gobierno de Calderón (2007-2011), en el grupo etario femenino de 14 a 19 años el desempleo abierto es muy alto, tanto para hombres como para mujeres, la TDA femenina creció de 7.35 a 10.23 (ver gráfica 1) y desde luego es superior al desempleo masculino.

Se trata de un grupo de población altamente vulnerable, en lo social y en lo económico, su definición debe estar en la educación, evidentemente no cuentan con herramientas para enfrentar un mercado de trabajo, por tanto sus empleos son precarios y en la informalidad, buena parte de estos empleos debe considerarse como trabajo infantil ilegal.

Impacto del desempleo. A nivel nacional la relación de dependencia es de 62.3 (número de personas en edades dependientes por cada 100 personas en edades productivas), lo que permite tener una dimensión del impacto que tiene el desempleo.

En cuatro Entidades -Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Zacatecas-, la relación de dependencia rebasa los 70 puntos porcentuales, a mayor relación de dependencia mayor pobreza. (Cifras del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, INEGI).

La precariedad de los empleos y de los salarios en las mujeres trabajadoras jóvenes tiene mucho que ver con las jornadas laborales. Según datos de Enoe-Inegi, la tasa femenina de ocupación parcial y desocupación es de 16.27 puntos, en jóvenes de 20 a 29 años (porcentaje de la PEA que se encuentra desocupada, más la ocupada que trabaja menos de 15 horas).

En ese mismo rango de edad la tasa masculina es de 10.76, inferior a la femenina, pero sin duda ambas son muy elevadas, especialmente si se considera que es un grupo etario de alta productividad y constante emigración (cifras al II trimestre 2011).

En el segundo trimestre del año había 944 mil 422 mujeres desempleadas y durante los últimos cinco años (2007-2011) esta población ha tenido un crecimiento medio anual del 8 por ciento, lo suficientemente alto como para generar graves problemas en el tejido social.

Problemas que se acrecientan con el empleo eventual o precario. Solamente durante enero-agosto del año el número de trabajadoras y trabajadores eventuales urbanos creció más de once veces, creció 1.7 millones al pasar de 176 mil a 1.9 millones de
personas. Cifras de los Criterios Generales de Política Económica 2012, SHCP.

Si incorporamos las variables edad y educación resulta que en el rango de 20 a 29 años y con nivel de educación medio superior y superior, la TDA es mucho más alta que la cifra nacional (ver gráfica 2).

En los últimos cuatro años su nivel de desempleo creció de 7.7 a 10.49. Sin duda este fenómeno está íntimamente asociado al hecho de que la gran mayoría de los empleos que se están generando no son calificados, se ubican en las micro, pequeñas y si acaso, empresas medianas.

Para muestra un botón, en el segundo trimestre de este año INEGI reporta 19.1 millones de personas trabajando en los micro negocios, de las cuales 7.6 millones son mujeres, mismas que están en la informalidad.

En contraparte, los empleos femeninos en las grandes empresas son de 1.3 millones y para el lapso analizado mantienen una tasa media de crecimiento anual negativa, del 1.5 por ciento. En general los empleos en las grandes empresas han disminuido, lo único que se ha incrementado es la subcontratación.

El desempleo femenino supera al masculino, pero éste ha tenido saltos de crecimiento muy significativos en los últimos cinco años. En función del volumen de mujeres desempleadas el grupo más afectado son: 20 a 29 años, con instrucción media superior y superior (gráfica 2); sin embargo en estos años del gobierno Calderonista lo que evoluciono con mayor rapidez es el desempleo en jóvenes de 14 a 19 años (gráfica 1).

Regionalmente los estragos más importantes se ubican en: Tamaulipas, Baja California y Chihuahua, por tanto es falso que los empleos perdidos en la crisis de 2009 ya se han recuperado, en virtud de que las actividades más afectadas son justamente las ligadas a la exportación, amén de los efectos que ha provocado la inseguridad y la extrema violencia que se vive en esas zonas del país.

La precarización del empleo, salarios y los altos niveles de desempleo son la verdadera causa de la pobreza en que están sumidas millones de mujeres y sus familias, resolverla implica forzosamente atender la problemática que hoy muestra el mercado laboral.

El diseño de una política para generar empleos debe contemplar a la población femenina joven como primera destinataria, al igual que la política social. Lo más elemental es fortalecer a micro, pequeña y mediana empresa; reconstruir el tejido social y lo que tantas veces se ha dicho: fortalecer el mercado interno.

No basta con tener altas tasas de crecimiento económico, aunque desde luego es lo más deseable, es indispensable generar condiciones para modificar el actual modelo de mercado laboral que descansa en la informalidad con micro negocios, como la principal alternativa en el empleo.

En las condiciones actuales ¿cuál es el legado para las futuras generaciones de mujeres?, porque sin igualdad de género no hay desarrollo económico y la democracia no avanza.

§ Economista especializada en temas de género.

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